Algo

Aparto el pueblo otra vez. Recuerdo antaño, pero el calor es más vivo, quizas más  adulto y acompañado.

Esta vez pero, la garganta se resiente más y el aceite de la vida me ha vuelto a jugar una pasada muy puta. Como la noche misma (en ocasiones últimamente escasas dentro de la pobreza de la depresión). Ya era hora que se llevara otro la compasión y la pena.

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Dejar de escucharse mientras se escribe es fatal. Pero el conversar (sirva según experto(s) para emparejar celulas y celulosa o no) es una fuente promíscua de ideas demasiado juntas como para tener tiempo de escribirlas todas sin cortar la anterior parla (embarazada de ideas, por supuesto).

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– Que escribe, ideas?

– Escribe palabras que definen ideas.

(por supuesto)

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Visita inesperada y recuerdos de birra y de algo de salvarme la vida (creo). Mi héroe.

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Quizás escriba bien, pero no tengo nada que contar (más que mi vida).

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Y aquí me hayo solo. En la soledad acompañada del que está solo y no sabe el porque de la huida.

Solo, en un rincón desconocido del más allá.

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Prometo volver a escribir algo normal, pero no prometo nada.